El Ayuntamiento remite el planteamiento para Benimaclet a la Generalitat para su evaluación medioambiental.

El proyecto para Benimaclet comienza a dar sus primeros pasos en el trámite administrativo que dio comienzo con la votación de septiembre de la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento, donde se aprobó el inicio del trámite con los votos de PP, PSPV y VOX y la abstención de Compromís. Así lo ha recogido este artículo de Valencia Plaza.

El proyecto, aún en fase de borrador, incorpora las propuestas del arquitecto José María Ezquiaga, manteniendo las 1.300 viviendas proyectadas desde el principio, pero rebajando la altura de los edificios, que tendrán un máximo de 8 alturas como los del entorno. El proyecto también consolida la idea de concentrar la edificabilidad en los bordes norte y sur, estableciendo dos grandes hitos de uso terciario de entrada a la ciudad de Valencia, junto a la rotonda de las universidades y de Alfahuir, que sí podrán alcanzar hasta 20 alturas. No obstante, el grueso del desarrollo mantendrá la rebaja de altura de los inmuebles dejando más visible el paisaje, como se ha venido recogiendo en los procesos participativos, y preservando la zona central para un gran parque equipado que mejore la transición entre la huerta y el corazón del Benimaclet.

También se integra la propuesta del arquitecto de ampliar el espacio libre de carácter público, a costa del privado, que en la propuesta de Metrovacesa de 2020 acompañaban a las promociones. En suma, 95.000 metros cuadrados de espacio libre que permitirá ampliar la presencia de verde y zonas ajardinadas en el barrio.

Otra de las líneas que se recoge en el proyecto presentado es la posibilidad de incluir parkings en altura, de forma que se ocupe menos suelo y se alivie el persistente problema de falta de aparcamiento de la zona.

La integración de los trabajos de Ezquiaga era fundamental para la tramitación, de forma que el encargo que le hizo el consistorio fuera tenido en cuenta e incluido en la propuesta. Ahora la Generalitat impulsará la evaluación ambiental estratégica, con la que indicará y establecerá determinaciones que deberán incorporarse para definir un proyecto concreto sobre el que poder avanzar.

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